Empezó en la Quinta Avenida de Nueva York, donde actualmente hay tiendas caras como Dior, Louis Vuitton, Channel, Mango, etc. Con la globalización, se extendió hasta Los Ángeles, Tokio, Londres, París, Madrid (en el barrio de Salamanca) ...
Aunque Abercrombie sea cara carísima y tenga precios prohibitivos, merece la pena ir solo por ver a los dependientes, modelos de distintos países con un innegable atractivo físico que encima van sin camiseta (para infarto de clientes y sobre todo clientas).